sábado, 3 de diciembre de 2011

La importancia del calzado…

Algunos no se dan cuenta del calzado, ni mucho menos de su importancia y del motivo que se esconde tras su elección. El calzado nos protege de las heridas; nos aísla del frio y de la humedad; evita que nos “ensuciemos los pies” en nuestro recorrido por la vida… Son como nuestro escudo al andar por ella, pero, ¿qué pasaría si nos atreviéramos a andar sin él?

Algunos ni se lo plantearían: “¿Ir descalzos por la vida? ¡¡¡Pero qué locura es esa…!!!” Y es que estamos acostumbrados a caminar con nuestras “protecciones”, aunque no seamos capaces de reconócelas como tal, ¿o acaso tu eres una de esas personas que creen andar sin barreras por la vida? Que no queramos ver algo, o darle la importancia que tiene no significa que no exista, de no ser asi, ¿por qué llevamos todos los “zapatos” puestos? En mi caso, yo solo me atrevo a quitármelos al llegar a casa, de hecho, es lo primero que hago al entrar… Para mi es una liberación, una forma de tomar contacto y de sentir. Sentir el frio del suelo, las texturas de las alfombras y de todo lo que piso… Incluso no temo ensuciarme, a fin y al cabo, es mi casa, mi espacio, un entorno seguro. Fuera, en la calle, ni me lo planteo, aunque nunca reconozca mi dificultad a la hora de elegir mi calzado.
Hay zapatos que nos vienen grandes, en los que nos perdemos; pequeños, que nos asfixian hasta herirnos; y otros con los que, con tal de aparentar normalidad, y a pesar de su incomodidad, somos capaces de poner la mejor de nuestras sonrisas en vez de gritar de dolor. Algunas personas eligen su calzado por comodidad, otros por miedo a las alturas, otros por aparentar una vida que no llevan. Hay miles de zapatos y  hormas para cada tipo de personas y vidas. Cambiamos de calzado según la ocasión lo requiera, y siempre buscamos el más adecuado según lo que se espere de nosotros en cada momento. Pero si somos nosotros quien los elegimos, ¿por qué en ocasiones nunca terminamos de encontrarnos cómodos en nuestros propios zapatos?

En mi caso, por más zapatos que me pruebe o elija, por mucho que me gusten y busque la mejor calidad, nunca termino de sentirme cómoda con ninguno; o me siento inestable, incomoda, insegura, o directamente no sé como encajarlos con mi vestuario… Para mí los zapatos tienen importancia, simbolizan nuestra manera de pisar por la vida, nuestros miedos, nuestras incomodidades y limites: Esas barreras que nos ponemos en la vida, muchas veces de manera automática, para alejarnos de aquello que sentimos una amenaza. Puede parecer extraño, pero ¿por qué si no te calzas un tacón de 10 cm para acudir a una entrevista de trabajo; o unas botas de agua para aislarte de la lluvia; o unas deportivas para hacer deporte? Lo queramos o no, todos tenemos nuestro mecanismo de defensa en la vida, solo que en algunos esta tan instaurado que no llegamos ni a darle importancia, olvidándonos que existe. Pero si está ahí es por algo. ¿De qué te quieres proteger, por qué no te sientes cómodo? Y lo que es más importante: ¿Qué pasaría si dejaras a un lado esas barreras y te atrevieras a vivir “descalzo”? 
¿Qué pasaría si te parases a reflexionar en la importancia del calzado?


Dedicado a todos aquellos que están buscando esa "horma" en la que sentirse cómodos con ellos mismos.

Bianca Ruano

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