Inglaterra, 1936. Tras la muerte de su padre, el rey Jorge V, y la abdicación de su hermano Eduardo VII, el príncipe Albert (Colin Firth) se ve obligado a convertirse en monarca de Inglaterra. Albert no es exactamente una figura popular. Su persistente tartamudez ha dificultado siempre sus relaciones y su imagen pública. Por esto, en un intento desesperado por alcanzar su curación el príncipe requiere el servicio de del logopeda australiano Lionel Logue, junto al que intentará superar no solo su tartamudez, sino sus miedos y complejos personales.
Detrás de este peculiar argumento se esconde una película extraordinariamente orquestada que destaca por sus interpretaciones sobresalientes. Desde un perfectamente caracterizado Colin Firth, a una sorprendente Helena Bonham Carter pasando por un intachable Geoffrey Rush, el casting parece perfecto. Un film exquisito que muchos describen como un retorno al buen cine, muy necesario en estos momentos de profunda crisis de originalidad y creatividad del séptimo arte.
La película de Tom Hooper consigue tratar desde un punto de vista humano las relaciones de la familia real, ofrece un entrañable retrato de un personaje que, a pesar de parecer frío y determinado, duda, sufre y vive acomplejado. Es por eso “Bertie” resulta tan cercano, el espectador padece con el, consigue meterse del todo en su piel y disfruta con cada logro y cada sonrisa.
Pero el eje principal del film, aquello que lo hace simplemente sublime es la relación entre el príncipe y el logopeda, dos personas diametralmente opuestas que no pueden evitar compartir una relación de amor-odio. Logue no es un súbdito más, es insumiso y grosero, y está dispuesto a sacar lo mejor de su paciente por los métodos menos ortodoxos. Albert por su parte se debate entre la voluntad de curación y su intolerancia a los osados modales de su doctor. El resultado es una peculiar amistad que beneficiará en muchos sentidos a los dos personajes.
En definitiva, El Discurso del Rey podría considerarse una pequeña joya del cine, una de esas películas que permanecen en la memoria y en los corazones de los espectadores. Vista en versión original las magníficas interpretaciones ganan en veracidad y consiguen emocionar hasta a los más duros.
Trailer en español:
Mariola Terol Sánchez
me encantó!!! sobre todo porque está basada en una historia real, y eso consigue aún mejor que comprendamos y sintamos más compasión por el personaje del rey.
ResponderEliminartotalmente recomendable!