La mayoría de veces me sorprendo pensando en la cantidad de cosas que no me gustan y me encantaría cambiar, en como me decepciona el sistema político y económico, el racismo todavía vigente y sobretodo, el desencanto de nuestra pasividad. No hacemos nada para cambiar y además, cuando a alguien se le ocurre siquiera plantearlo, se le contesta con un “es lo que hay, estamos mejor que hace 100 años…” y punto. Así que hoy, a pesar de tener una cita larga con los libros, me voy a permitir reflexionar sobre el concepto de utopía.
En la actualidad es casi un término que ha dejado de utilizarse, y se habla incluso más de su sentido negativo, la distopía, que de ese algo que nos gustaría conseguir aunque parezca imposible. Nos situamos en un mundo en el que las normas son rígidas a pesar de que la sociedad (occidental) se caracteriza por la libertad, pues la compleja red de normativa social nos obliga a vivir en una jaula de goma, como describe Max Webber, en la que todo parece rosa y bonito: estamos en el Estado de Bienestar, vivimos en una Democracia y además tenemos (aún) agua potable con tan sólo abrir el grifo de casa, ¿Para qué queremos algo mejor? Nos planteamos si ese “algo mejor” es posible, incluso nos asusta pensarlo: imagínate que una revolución nos matara a todos de hambre y terminara con los lujos y las vacaciones, total, para dar un paso atrás. El temor nos corta las alas para soñar y buscar una alternativa al sistema o a algo en particular que no nos gusta demasiado : tenemos miedo, como es obvio, de que venga algo peor. Esto es un factor sociológico muy arraigado, las guerras, la inestabilidad y las hambrunas que se han sufrido han sido suficientes para crear un pánico social a la revolución , e incluso, a la reforma. . Es cierto que en épocas anteriores parecía que quedara mucho por hacer, muchas cosas por cambiar, muchas desigualdades que saldar, mucha gente que no podía comer…luchar era lo habitual, se quería algo mejor y la gente se movía para cambiar el mundo y el rumbo que éste llevaba. Ahora vivimos mucho mejor y más tranquilos, por ello ser utópico es algo casi despectivo, un adjetivo asociado a alguien demasiado soñador, ingenuo y sin los pies en la tierra que no se apareja a las mentes más brillantes y a las personas más racionales. Ser utópico es ser bobo y una idea utópica es una estupidez, pero para mi, tacharme de lo que penséis, el problema es precisamente que hoy en día todo nos parece imposible.
Los hippies que luchaban por los derechos humanos en los años 60 también eran utópicos, y fue un movimiento cultural que cambio el mundo social.
Los burgueses consiguieron abrir una brecha en el siglo XIII en el imaginario del feudalismo, donde no se contemplaba esa nueva clase social, y al final, cuatro siglos más tarde consiguieron derrotar al sistema para siempre, a ese sistema de las tres ordenes que parecía invencible.
Las mujeres no tenían oportunidades de triunfo y estaban sumisas primero a sus padres y luego a sus maridos, eran fuente de pecado y seres débiles, y ahora estudiamos en las universidades y podemos ser independientes.
La homosexualidad fue convertida por el cristianismo en un delito moral propio de un fuerte castigo, y en la actualidad los matrimonios gays están legalizados en muchos países. Esto es una realidad para nosotros, pero hace muchos años era un sueño y quién lo defendía,un soñador.
Detrás de todos estos ejemplos se encuentran miles de nombres que han luchado por conseguir lo que creían justo, que se revelaron por algo que parecía inconcebible en su contexto histórico. Las cosas son utópicas sólo porque nadie lucha por ellas y nunca se llevan a cabo. Eso nos pasa hoy , hemos olvidado que la realidad se construye como algo social, y que por tanto, como toda construcción social, puede cambiarse. Pero en el siglo XXI siquiera concebimos que pueda haber un sistema alternativo al capitalismo de consumo. Y lo hay.
Un caso paradigmático es por ejemplo el del pueblo comunista de Sevilla, Marinaleda, donde se pueden alquilar casas por quince euros (coste del material que facilita la junta para su construcción) , no hay hipotecas y existe el pleno empleo en época de crisis. Se le califica de un pueblo “lleno de utopía” donde los nombres de las calles son Che Guevara o Allende y no hay especulación sino más bien “despeculación“, según afirma el alcalde que no viste con traje, sino con una palestina. Todos los ciudadanos cobran 1128 euros al mes (los que están dentro de la cooperativa). El alcalde afirma que hay que ponerse “fuera de la ley” para cambiar la sociedad. Curiosamente, tienen un pueblo sin policías, ni multas… algo que la oposición socialista califica de caciquismo. Me da exactamente igual, sinceramente, de la ideología de la que se trate. No pretendo posicionarme en contra del capitalismo ni a favor del comunismo, lo único que pretendo con esta entrada es deciros que se puede. Animaros a luchar, a tener ideales, a tener objetivos y metas, a no temer a que os llames soñadores sin pies ni cabeza…
Es muy subjetivo, pero quizás los que soñaban cada noche antes de acostarse con la caída del muro de Berlín pensaban que eran unos utópicos, los que pensaron en inventar una avioneta para volar como los pájaros también, e incluso aquellos que cortaban las cabezas de los reyes en cuanto tenían la menor ocasión o se declaraban a favor de los derechos del hombre y del ciudadano…. El pragmatismo está muy bien, pero no siempre con él se consiguen las mayores conquistas. ¿Llamaríais utópicos a los protestantes de Túnez que tras varias reclamaciones callejeras, hoy 16 de Enero, han conseguido por primera vez en la historia reciente del Magreb que DIMITA un gobernador?
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Mónica García
Me alegro que alguien reflexione (y lo comparta) acerca de lo que está pasando en Túnez...es muy importante que intentemos comprender qué, cómo, por qué ocurre y por qué ese suceso ha captado la atención de todo el mundo ''civilizado'' en pleno siglo XXI.
ResponderEliminarMejor soñar aun cuando ese futuro parece inalcanzable, al fin y al cabo el pasado siempre queda (y amenaza con el pragmatismo) =)
Lo que ocurre es que no extrapolable al resto de razas y civilizaciones. Ten en cuenta que la deuda de Marruecos es de 30.000 millones de dolares y el monarca tiene en bancos franceses unos 52.000 millones, o esas trombas de manifestantes que agreden a cazadores suecos, etc.. Cuando era estudiante, pensaba que con sacar buenas notas era suficiente, pero.......... "Que difícil vivir!!"
ResponderEliminarLa edad arruga la piel, pero la falta de entusiasmo arruga el alma
ResponderEliminarMe he acordado de esta entrada con el "salvados" de hoy, que han hablado con el alcalde del pueblo comunista de Sevilla, de las casas de 15 euros, también ha sido interesante la entrevista con Julio Anguita
ResponderEliminarMonicaaa.....Que articulo más bien escrito, veras
ResponderEliminarsoy Alberto siii Alberto ,aqui en la red soy el capitan de una nao corsaria, mi primero de abordo es Cúasar el corsario,que ya te puedes imaginar quien essss, como soy un corsario me voy a llevar
este tesoro de post a mi blog y te voy a enlazar
a mi blog,
muchos,muchos besos
nota; me gustaria que fueras miembro de mi tripulación,