Entidades bancarias al borde de la quiebra, comercios que cierran, familias que no pueden pagar sus hipotecas, gran número de parados… conviviendo con este panorama tan familiar me dirigí ayer hacia un centro comercial con la intención de comprar los tradicionales regalos navideños para mis allegados. Mi gran sorpresa fue comprobar como la gran mayoría de tiendas estaban abarrotadas de clientes que no paraban de entrar y salir de los comercios cargados de bolsas. Las cajas estaban que hacían humo, los compradores realizaban largas colas para poder pagar sus regalos.
Después de una larga jornada comercial y tras encontrar lo que buscaba (más o menos), decidí ir a ver la nueva película de Álex de la Iglesia: Balada triste de trompeta. Mi gran sorpresa fue el encontrarme con el cartel de no hay entradas para las dos siguientes sesiones. La única posibilidad que tenía era esperarme a la última sesión y verla desde primera fila. Para lo que costaba la entrada no valía la pena ver la película desde tan cerca. Estamos en crisis y no está bien visto eso de gastar por gastar. Pensé en ver otra película y no, no hubo suerte, tampoco quedaban entradas, así que me di media vuelta y cambié de planes.
Tras un intenso día de compras con tanto bullicio, pensé en descargar la tensión que había acumulado mediante una partida a los bolos. Entré en la bolera y me encontré con que estaba llena. Tenía que hacer una cola de media hora para poder jugar. Como comenzaba a tener hambre pensé en renunciar a la partida e ir a un Foster´s Hollywood cercano. Como habréis deducido ya, tampoco tuve suerte. Abrí la puerta del local y me encontré con una cola… esta vez tuve paciencia y esperé. Tras veinticinco minutos pude sentarme en una mesa y disfrutar de una cena después de un largo día lleno de desencuentros.
Volví a casa, y como ya era tarde me senté a ver la televisión. Haciendo zapping apareció el canal de 24 horas de Televisión Española y comencé a ver el telediario. Tras varias noticias sobre política llegó el turno de una económica. La noticia hablaba sobre la actual crisis financiera y de cómo ésta estaba afectando al consumo, que si bajaban las ventas respecto al año anterior… ¿Seguro? Tras escuchar la noticia con atención me quedé pensando… ¿Había vivido un día irreal? ¿Fue todo un sueño? Yo sé lo que vi, durante todo el día, ¡Consumismo puro y duro! Allí donde estuve había gente comprando, llenando las salas de cine, disfrutando de una partida a los bolos, cenando un filete americano en un restaurante… ¿Crisis? ¿Dónde está la crisis? ¿Crisis para unos y no para otros? Me quedé impactado y seguí reflexionando antes de acostarme. Parece ilógico que ante la delicada situación que vivimos los ciudadanos del siglo XXI, ayer viviera un día tan alejado de aquello que a diario muestran los medios de comunicación... ¿Crisis?, ¿Dónde?
Por: Samuel López
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ResponderEliminarYo también me hago la misma pregunta ya que la gente sigue consumiendo igual, quizás algo menos, pero para el caso...
ResponderEliminarLa crisis para los parados, porque ayer estuve en un centro comercial de Zaragoza y "sobraba gente por todos los sitios". Supongo que habrá personas que lo estarán pasando mal, pero esto no es lo que se ve día a día...
Pues eso parece aunque creo que cualquier gran cuidad del mundo muestra abundancia, movimiento y consumo sean la fechas que sean.
ResponderEliminarMientras que no hayan guerras, las grandes ciudades no cambiaran. La vida en las grandes ciudades es sinónimo de plástico, me refiero a las tarjetas de crédito...sin ellas quizás no habría tantas colas.
Pienso que lo peor esta por llegar en España, la gente ha podido aguantar gracias al apoyo familiar, las tarjetas de crédito y los que están cobrando paro. Si no cambia la cosa dentro de los próximos 12 meses, quizás entonces veremos el efecto de la crisis pero de VERDAD. Sin apenas políticas sociales en este país deberíamos estar viendo la gente viviendo en la calle, pero eso no se verá en las grandes ciudades.
Creo que la crisis se está viviendo de manera muy critica en los pueblos. Conozco personalmente una persona que con la custodia de sus 2 hijos esta a punto de estar en la calle. Ni Caritas puede ayudar mucho porque están sin recursos. Lleva el pobre 3 meses sin luz, sin calefacción (pueblo de Ibi donde están bajo zero muchos días) y mal vive con paquetes de arroz y pasta que da Caritas... en fin crisis hay porque como él hay miles, lo que pasa es que no están precisamente en los centros comerciales comprando pavos de Navidad. Como nota final y para no ponernos tristes, mi amigo comió un buen pavo la nochebuena conmigo en mi casa, junto a otra amiga que también esta pasando lo mismo que el. Solo podemos ser solidarios,luchar y MANIFESTARSE para que los políticos de este país hagan ALGO.
P.D. Disculpa los errores gramaticales Samuel, soy tu tía Sara la inglesa! Quería apoyar tu blog con una opinión de contra partida. Enhorabuena por tu iniciativa y a ver si la gente plasma sus pensamientos en tu blog.
Eso me pruntaba yo ayer cuando vi que te comprabas una creepe y decias "un dia es un dia"
ResponderEliminarJaja¡¡ muy buena danielón¡¡¡ ya viste como estaba todo ayer¡¡
ResponderEliminarGracias Sara por tu aportación, yo sé que hay mucha gente que lo está pasando realmente mal, pero luego si te paseas por cualquier sitio de compras ves todo lo contrario. De ahí que tenga mis dudas... mientras unos lo están pasando mal otros viven con todo tipo de caprichos...