jueves, 4 de noviembre de 2010

Rincones perdidos: Staglieno

Inmerso entre las colinas boscosas de Génova y compuesto por interminables galerías se encuentra el cementerio de Staglieno. Un lugar mágico donde arte y naturaleza, luz y sombras, vida y muerte se entrelazan perfectamente. Un lugar donde la belleza del arte hace que la muerte parezca más noble, menos trágica, casi feliz. 


    A mediados del siglo XIX la ciudad de Génova estaba asolada por las enfermedades e infecciones. La acumulación de criptas bajo las iglesias y la falta de un lugar donde dar sepultura a sus muertos suponían un problema y a la vez un reto para los habitantes de la ciudad: era necesaria la construcción de un nuevo cementerio. 
     
     Y así fue, el Cimitero monumentale di Staglieno abrió sus puertas el 1 de enero de 1851 salvando así a la ciudad del desastre. Era una construcción grandiosa compuesta de galerías donde las familias de la aristocracia genovesa podía crear elaborados sepulcros para honrar a sus muertos. Pronto el carácter competitivo de la clase media-alta de la ciudad hizo que la inhumación de sus difuntos pasara a ser una competición, una lucha burguesa por conseguir la tumba más suntuosa. De este modo para que sus monumentos fueran realmente impresionantes, empezaron a contratar a los mejores artistas de Italia. 

     Poco a poco Staglieno se llenó de magníficas esculturas y tras varias décadas la colección artística creció hasta situar al cementerio como uno de los más importantes, espectaculares e imitados de Europa, más conocido por sus esculturas que por su función original. 

 Hoy el cementerio abarca 18000 metros cuadrados y más de 117.500 tumbas, además de una colección de esculturas que nada tiene que envidiar a las de los mejores museos de Europa. Staglieno acoge entre sus muros a personalidades como Constance Lloyd, esposa de Oscar Wilde, Fabrizio De André o Giuseppe Mazzini, entre otros muchos. 

El Cementerio

     En una ocasión Mark Twain se refirió a Staglieno definiendolo como "Un conjunto de Galerias forradas con columnas de mármol que se extienden alrededor de una plaza grande de terreno abierto". Así es, a ambos lados de las galerías que describía el escritor se extienden las tumbas, unos monumentos en su mayoría de estilo neoclásico -aunque se pueden encontrar obras de otras tendencias artísticas que van desde el neo-egipcio hasta el art decó. En las figuras se representan con gran realismo escenas dramáticas y espirituales relacionadas con el dolor causado por la pérdida de un ser querido o con el encuentro con la muerte.


     El propio Twain describió las esculturas como "figuras esculpidas de forma exquisita con gran gracia y la belleza", "cien veces más bellas que las estatuas dañadas y sucias salvadas del naufragio del arte antiguo". 

Pero más allá de la indudable belleza de estas obras, aquello que les da un caracter único son las historias, las anécdotas, las penas y alegrías que hay detrás de ellas. Historias como la de Caterina Campodonico, una de las leyendas más famosas del cementerio, una  comerciante de frutos secos perteneciente a una familia humilde de Génova que no solo consiguió ahorrar para ser enterrada en el cementerio más famoso de Italia, sino que recaudó lo suficiente para ordenar esculpir una escultura de Lorenzo Orengo en su sepulcro. A los pies de su escultura se puede leer "Vendiendo baratijas, (...) desafiando la intemperie, me he procurado los medios para transcurrir mi vejez y también aquellos para inmortalizarme mediante este monumento, que yo, Caterina Campodonico, me hice hacer mientras aún estaba viva." 


Este es solo un ejemplo de por qué al contemplar las esculturas de Staglieno el visitante tiene la sensación de que conoce a todos y cada uno de sus protagonistas, llega a compartir su pena, su alegria y le invade la fascinación y la curiosidad por conocer hasta el último detalle de sus vidas. 


Por MariolaTerol Sánchez


Más imágenes de Staglieno:

4 comentarios:

  1. Me parece super curioso... un cementerio donde se respira día. Has tendio una idea estupenda, lo cierto es que si me fuera de viaje nunca iría a visitar un cementerio pero si voy a Génova lo tengo claro. :) Muy bueno bombón!

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  2. Está claro que la cultura también es la funeraria, que marca el rito y el proceso de la vida en el hombre. Son paraisos de la cultura y del arte, hay que mirar en estos sitios para comprender, épocas, estilos y cultura. Gracias por fijaros en lo que son " El arte en máximo explendor y quietud.

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  3. Es uno de los lugares que debemos visitar en Genova.

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