viernes, 1 de febrero de 2013

Palabras que no dicen nada


La palabra, esa herramienta tan necesaria en nuestro día a día y a la que tan poco valor le damos. Es tan natural en nosotros que a veces olvidamos que puede llegar a ser nuestra peor enemiga, de ahí que muchos hagan de ella su profesión, y es que para algunos la palabra es la mayor de las armas, sobre todo a la hora de optar al poder.


Tal vez pueda parecer rebuscado comparar una palabra a un rifle de gran calibre, pero si lo pensamos bien no es ningún disparate ya que a lo largo de la historia grandes dirigentes del mundo la han convertido en su escalera al poder. Pero para comprobarlo no hace falta abrir el baúl de los recuerdos, ni traspasar las fronteras de nuestro país, ya que en España es algo que podemos ver con facilidad. Los discursos de nuestros representantes políticos están cargados de “balas” que apuntan directamente a un único objetivo; conseguir el apoyo y los votos necesarios que les sitúen en el poder, pero ¿Qué dicen esas palabras?


Año 2004 y 2011 dos discursos de investidura de dos personas; José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Dos ideologías contrapuestas, dos mensajes aparentemente distintos en cuanto a formas, pero con un mismo objetivo; cambiar España, y rectificar los errores del pasado, sobre todo si son los del partido contrario. En sus discursos rebosan las promesas, las ganas de trabajar, de escuchar al ciudadano y cumplir con sus necesidades. Piden el apoyo a sus “señorías” encarecidamente para desvivirse por cumplir con los objetivos marcados: Firmes, claros, contundentes… Esfuerzos que parecen quedarse en agua de borrajas conforme trascurren sus mandatos y terminan siendo el mismo perro con distinto collar. Cuatro años gobernando, ocho a lo máximo, cambio y a esperar de nuevo el turno desde la oposición, mientras tanto el ciudadano de a pie ve como la confianza depositada cae en saco roto y todo sigue igual.

Voluntad de cambio, compromiso, trasparencia… Palabras que no valen nada, que no son más que promesas en busca de votos y el apoyo necesario para gobernar, para llegar al poder y que olvidan una vez están situados en las altas esferas. Hay que leer más allá de sus promesas, y ver que entre tanto anhelo de complacer a los que han confiado en ellos las únicas palabras que siguen predominando en sus discursos son Gobierno, políticas, señorías ¿dónde queda el ciudadano aquí? Claro, se me olvidaba, que una vez llegados a este punto ya no son necesarios hasta los próximos comicios… Y sí no es así,  lo disimulan muy bien, unos y otros.

Las palabras son como armas; solo con apuntar a tu objetivo lo neutralizas con el poder que estas tienen sobre la vida de las personas, pero antes de dejarnos atemorizar por ellas deberíamos comprobar si antes están “cargadas” o no son más que herramientas para conseguir el poder. Es decir, palabras que no dicen nada…


  • Nube del discurso de investidura de José Luis Rodríguez Zapatero 2004


Wordle: Discurso de investidura Zapatero 2004


  • Nube del discurso de investidura de Mariano Rajoy 2011




Wordle: Untitled


Bianca Ruano


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