Desde el Gobierno quieren mayorías silenciosas, o mejor dicho "manipulables" que no pongan en
tela de juicio sus acciones, o falta de ellas en ocasiones. No cuentan con la
sociedad, no respetan a la gente que confió en ellos con su voto olvidando en
un cajón perdido de sus despachos las promesas electorales con las que
engatusaron a la gente cansada de las mentiras del anterior Gobierno. Son el
mismo perro con distinto disfraz ¿vamos a permitir que esto suceda, vamos a
callarnos y dejar que transgredan los principios de la democracia?
No solo piden silencio, sino que, además, intentan silenciar
toda información critica que pueda hacernos despertar. El control y la censura
esta cada vez más presente en los medios públicos,
y digo bien, la censura, porque a día de hoy sigue más vigente que nunca, maquillada,
eso sí, bajo toneladas de informaciones carentes de relevancia y focos que
desvían nuestra atención. Ya no se contentan con poner
empresarios al frente de la televisión publica y sacar la guillotina de
manera indiscriminada con periodistas de peso, ahora también permiten que la policía impida a los medios realizar su trabajo como ocurrió en la jornada del 29S. Medios nacionales e internacionales
tuvieron que sufrir la negativa de los cuerpos de seguridad de poder grabar en
directo la manifestación convocada en Neptuno, quebrantando de este modo, uno de
los derechos de nuestra constitución; el derecho
a la información. Pero no sé que es peor si que esto ocurra, o que directores
de periódicos como el de La Razón defiendan este tipo de acciones durante una
emisión especial de Al Rojo Vivo haciendo creer que los medios tampoco tienen derecho como tal ¿y tu te
haces llamar periodista?
Respeto todas las opiniones, pues ni todos son tan buenos, ni
todos son tan malos, pero ¿por qué tienen que existir bandos en una lucha que
debería ser común? Se supone que todos buscamos lo mismo: la estabilidad del
país, de nuestras familias, mantener los derechos que tanto han costado adquirir
con el paso de los años. Sí, es cierto, nos encontramos ante una de las peores
crisis económico financieras que hayamos visto. La credibilidad de los
políticos cotiza a la baja, y las medidas antipopulares que están llevando a
cabo no hacen más que aumentar la desconfianza de la sociedad en la capacidad
de nuestros gobernantes. Y es que por otro lado, estos parecen más preocupados
en echarse la culpa unos a otros por sus medidas que de buscar soluciones, pero
¿por qué no dejamos de tirarnos piedras unos a otros y luchamos contra el
individualismo que nos aleja de nuestro objetivo?
Plaza de Neptuno durante la manifestación del 29S |
La Mayoría ya no es tan silenciosa, así lo demuestran las
manifestaciones cada vez más multitudinarias que tienen lugar en diversos
puntos de la geografía española, las
cuales suman más de 30.000 mil desde el estallido del 15-M. La indignación esta en la calle, lucha desarmada, con la palabra,
con el respeto, por mucho que campañas de desacreditación quieran tachar estos
movimientos de violentos (ellos son la minoría) mientras nuestros gobernantes se
rodean de escudos y armas en nombre de la autoridad de manera desproporcionada. Como ejemplo de ello solo tenemos que ver lo ocurrido en la estación de Atocha durante el 25-S ¿cuál es su miedo? ¿acaso
el de perder su pedestal?
Manifestarse sirve, no podemos dejar que nos digan lo
contrario, grandes cambios de la historia comenzaron gracias a movilizaciones.
No podemos dejar que nos silencien, que nos desacrediten por estar en la
superficie de la realidad, por no tener un atril desde el que ver los
acontecimientos sin que nos influyan como hacen ellos... Basta ya!!!
Las cosas se cambian desde abajo, y este es el momento, pues como dice Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la UNESCO "Está casi todo por hacer y todo es posible".
Las cosas se cambian desde abajo, y este es el momento, pues como dice Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la UNESCO "Está casi todo por hacer y todo es posible".