miércoles, 6 de febrero de 2013

El periodismo en la era de datos



En la era actual las toneladas de información que se producen a diario sepultan aquellos datos que pueden abrirnos caminos de visión claves para el entendimiento de lo que sucede a nuestro alrededor. Una amplitud que nos muestre el por qué, el cómo, y de que manera hemos llegado a una situación determinada, un camino que podemos obtener a través de los datos, y además de una forma atractiva, sin por ello, dejar de hacer periodismo.


El periodismo ha ido evolucionando a lo largo de la historia influido por los cambios producidos a nivel social y tecnológico. La forma de trabajar y presentar una información ha dependido del momento histórico en el que nos encontrásemos, estando cada uno de ellos marcado, por así decirlo, por la tecnología; la imprenta, la linotipia, el telégrafo, la radio, la televisión… Cada una de ellas requiere una forma especifica de trabajo y presentación de los datos por lo que no es de extrañar que en la actualidad estén surgiendo nuevas formas de comunicación.


Internet ha irrumpido con fuerza en nuestro día a día cambiando las rutinas de la información. Para algunos esto supone una amenaza para el periodismo, mientras para otros, es la ocasión perfecta para acceder a grandes contenedores de información virtual, pero ¿Es lo mismo acceder a estos contenedores por separado, que a través de una visión global? ¿Es lo mismo dar una información con una conclusión ya establecida, que proporcionar los datos para que saque sus propias conclusiones quien accede a estos?

Esto es precisamente lo que aporta el periodismo de datos, la posibilidad de aglutinar multitud de informaciones y presentarlas de forma atractiva haciendo más comprensible su entendimiento y promoviendo a su vez el pensamiento critico. Siempre y cuando este periodismo sea eficaz. Elaborar un grafico o un mapa de datos puede ser muy útil, siempre y cuando se cumpla con el objetivo marcado, pero para ello el periodista tiene que conocer muy bien las herramientas de las que dispone y saber ejecutarlas. En los últimos años hemos pasado de la utilización de gráficos a modo de pequeños apoyos visuales para acompañar a la información, a que estos sean los verdaderos protagonistas dejando atrás la mera función visual. Un camino que a penas acaba de comenzar y en el que aun queda mucho por recorrer, pero que cada vez esta ganando más adeptos debido a su demanda.


Mapa de crímenes de New york
El contexto complejo en el que nos situamos hoy día lleva al publico a demandar más datos, pero sobre todo más trasparencia para poder entender lo que sucede a su alrededor de manera clara, concisa, directa y a poder ser, desde la objetividad de una información contrastada.  Pero para ello no es suficiente solo con mostrar gráficos o tablas ilegibles que a penas entiende el periodista especializado, hay que conseguir que estas presentaciones tomen vida, que se relaciones con el usuario y que les hagan participes de la historia que narran. Los datos tienen infinidad de formas de presentación; vídeos, foto galerías, representaciones gráficas atractivas que escapan a los esquemas establecidos… Formas que llegan a  combinar el arte con la información sin por ello dejar de ser periodismo, pero ¿Estamos preparados para elaborar y consumir este nuevo periodismo de datos?

Desde el área profesional al periodista aun le queda un largo camino por recorrer en este campo. La formación, e incluso la especialización, es algo necesario debido a los nuevos cambios tecnológicos a los que nos estamos enfrentando. Una formación que le permita abrir las posibilidades de informar a las ya establecidas, sin por ello, dejar de ser eficaces. En cuanto al consumo, en España existe una menor costumbre de someter a juicio la información, y reflexionar sobre los datos que se nos proporcionan. La radio y la televisión, por su brevedad de tiempo y espacio, aportan datos superficiales que dificultan el entendimiento en profundidad de los temas. Mientras la prensa, aunque profundice algo más en este trabajo, continua sin tener el nivel de penetración que en otros países. Por no mencionar que en el ámbito digital aun seguimos suspendiendo en la falta de destreza, presentando ciertas dificultades para navegar en la web como así lo demuestra el último Informe Pisa.

Esta visión rápida del consumo de medios nos indica que el publico necesita adaptarse a nuevas formas de información, en la que el periodismo de datos puede cubrir esa falta de destreza y profundidad, mostrando de manera fácil información que de otro modo tal vez no llegaría a manos del usuario. Ya sea por falta de tiempo, interés o destreza. Reflexionando en el caso de España, un área donde ya se esta utilizando esta disciplina informativa es en el periodismo económico , pero sin aprovechar todas las posibilidades que permite la utilización de datos. El área de la política sería otro de los campos que podrían beneficiarse de este tipo de periodismo, sobre todo ante los casos de corrupción que están inundando las portadas en los últimos días ¿os imagináis poder acceder a esas toneladas de información de manera clara, sin filtros ni opiniones influenciadas? solo datos, puros,oficiales sin posibilidad alguna de "maquillaje". 

Demandamos trasparencia y esta puede ser una de las salidas. La utilización de datos a modo de narración elaborada puede acercar este tipo de periodismo al público, haciéndolo menos complejo y obteniendo una visión más global de la evolución de los hechos. Un mapa en el que a simple vista permita llegar a entender mejor el panorama actual.


  • Para saber más sobre el tema:




 Bianca Ruano

viernes, 1 de febrero de 2013

Palabras que no dicen nada


La palabra, esa herramienta tan necesaria en nuestro día a día y a la que tan poco valor le damos. Es tan natural en nosotros que a veces olvidamos que puede llegar a ser nuestra peor enemiga, de ahí que muchos hagan de ella su profesión, y es que para algunos la palabra es la mayor de las armas, sobre todo a la hora de optar al poder.


Tal vez pueda parecer rebuscado comparar una palabra a un rifle de gran calibre, pero si lo pensamos bien no es ningún disparate ya que a lo largo de la historia grandes dirigentes del mundo la han convertido en su escalera al poder. Pero para comprobarlo no hace falta abrir el baúl de los recuerdos, ni traspasar las fronteras de nuestro país, ya que en España es algo que podemos ver con facilidad. Los discursos de nuestros representantes políticos están cargados de “balas” que apuntan directamente a un único objetivo; conseguir el apoyo y los votos necesarios que les sitúen en el poder, pero ¿Qué dicen esas palabras?


Año 2004 y 2011 dos discursos de investidura de dos personas; José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Dos ideologías contrapuestas, dos mensajes aparentemente distintos en cuanto a formas, pero con un mismo objetivo; cambiar España, y rectificar los errores del pasado, sobre todo si son los del partido contrario. En sus discursos rebosan las promesas, las ganas de trabajar, de escuchar al ciudadano y cumplir con sus necesidades. Piden el apoyo a sus “señorías” encarecidamente para desvivirse por cumplir con los objetivos marcados: Firmes, claros, contundentes… Esfuerzos que parecen quedarse en agua de borrajas conforme trascurren sus mandatos y terminan siendo el mismo perro con distinto collar. Cuatro años gobernando, ocho a lo máximo, cambio y a esperar de nuevo el turno desde la oposición, mientras tanto el ciudadano de a pie ve como la confianza depositada cae en saco roto y todo sigue igual.

Voluntad de cambio, compromiso, trasparencia… Palabras que no valen nada, que no son más que promesas en busca de votos y el apoyo necesario para gobernar, para llegar al poder y que olvidan una vez están situados en las altas esferas. Hay que leer más allá de sus promesas, y ver que entre tanto anhelo de complacer a los que han confiado en ellos las únicas palabras que siguen predominando en sus discursos son Gobierno, políticas, señorías ¿dónde queda el ciudadano aquí? Claro, se me olvidaba, que una vez llegados a este punto ya no son necesarios hasta los próximos comicios… Y sí no es así,  lo disimulan muy bien, unos y otros.

Las palabras son como armas; solo con apuntar a tu objetivo lo neutralizas con el poder que estas tienen sobre la vida de las personas, pero antes de dejarnos atemorizar por ellas deberíamos comprobar si antes están “cargadas” o no son más que herramientas para conseguir el poder. Es decir, palabras que no dicen nada…


  • Nube del discurso de investidura de José Luis Rodríguez Zapatero 2004


Wordle: Discurso de investidura Zapatero 2004


  • Nube del discurso de investidura de Mariano Rajoy 2011




Wordle: Untitled


Bianca Ruano